"Porque al fin y al cabo la homofobia ha sido siempre una cosa de toda la vida."
De cuando era niño y era acosado por los otros niños por ser gay, lo que más se me quedó grabado era como los padres de otros niños, profesores u otros adultos hacían la vista gorda. Recuerdo como temían defender al maricón, o como simplemente no le daban importancia, porque lo queráis o no la homofobia era y sigue siendo lo cotidiano, lo normal, igual que lo es el machismo, o la corrupción. Y está metida muy adentro en el subconsciente de una sociedad enferma, demasiado preocupada por los roles sexuales, la virilidad, la femineidad y toda esa basura. Enferma porque existe gente a la que le puede parecer ofensivo que alguien se de un beso en público siendo entre personas del mismo sexo. Esa es la sociedad en la que gays son arrojados al vacío o ahorcados en Irán, o masacrados en una discoteca en EE.UU como acaba de ocurrir. La mismita sociedad en la que tus compañeros de clase te apartan, te insultan, te humillan, golpean, te rompen las gafas o te mean encima simplemente por ser quien eres.Y en la que los otros callan. Esos otros son los que pretenden que sonrías con el chiste, que te tragues la dignidad, que aceptes tu rabia, porque al fin y al cabo la homofobia ha sido siempre una cosa de toda la vida. Y ahora, a ver cuántos de vosotros, heterosexuales, condenáis este atentado u muchos otros. Tened cuidado, a ver si os van a confundir con uno de nosotros.
Victor Algora